LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA A LA LUZ DE LA RAZÓN HUMANA
Por: el licenciado en derecho: Carlos Eduardo Hernandez Roldan.
El servicio militar se encuentra impreso dentro de nuestra Carta Magna[1], lo que quiere decir que es una de las principales obligaciones para todo ciudadano mexicano, o por lo menos así se expresa dentro de la misma. No obstante, también es igual de cierto que el tema del servicio militar ha sido motivo de controversia alrededor del mundo ya que, por un lado, hay oposición de muchos países a derogar dicha obligación con el argumento de que la Soberanía Nacional se vería vulnerada en caso de que sucediera un conflicto bélico, como sucedió en territorio mexicano con las numerosas intervenciones norteamericanas y francesas[2].
En segundo lugar, se encuentran aquellos legisladores y doctrinarios que se avocan a lograr que una figura europea llamada objeción de conciencia, sea implementada dentro de la normativa nacional, logrando con ello otorgarle un grado Constitucional a dicha figura, con lo que se le daría cabida a todos aquellas personas que no desean participar dentro del servicio militar: los objetores de conciencia con relación al servicio militar, que hasta el día de hoy tiene el carácter de obligatorio.
Pero, ¿Qué es la objeción de conciencia? Muchos países que se vieron involucrados de manera directa o indirecta en la Primera y Segunda Guerra Mundial, la añadieron a sus respectivas legislaciones para proteger los intereses del gobernado y así otorgarle esa libertad de elegir entre el servicio militar o ser objetores de conciencia. Lo antes mencionado, se encuentra sustentado en un documento que, hasta nuestros tiempos, ha sido la piedra angular para poder preservar la idea expuesta por los documentos generados por la ONU: la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en donde existe una consigna importante para el mundo en general la cual es "nunca más una Segunda Guerra Mundial":[3]
Asimismo, es necesario resaltar qué es la objeción de conciencia, sus orígenes y sustento jurídico en la actualidad, realizando un breve recorrido por la historia de la humanidad, ya que mediante el método histórico es como se ha podido dar solución a los diferentes conflictos que han surgido a lo largo de los tiempos. Un antecedente histórico lo encontramos en la Edad Media: las cruzadas, en las cuales se le ordenaba al soldado cristiano a emigrar a tierra santa y recuperar aquellos territorios que alguna vez pertenecieron a la cristiandad y que en ese momento se encontraban en manos de los musulmanes.
En muchos casos, el soldado cristiano hacía caso omiso a tales ordenes invocando a la conciencia como esa "voz de Dios" que lo llamaba a no tomar las armas, lo cual aunque no era bien visto por los superiores jerárquicos ni por sus compañeros, era obedecido y no era obligado a marchar hacia el campo de batalla, más no era castigado por ningún tribunal como sucedió con los militares que se rehusaron a entrar en combate sin motivo alguno durante los conflictos de finales del siglo XIX, todo esto como antecedente histórico de la figura en comento.
Vale la pena comentar que, en el medioevo se tenía un total desconocimiento de un derecho natural, no fue sino hasta el siglo XVIII con la revolución francesa, que se comienza a concebir la idea de los derechos humanos y con ello se redacta la Carta de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, lo que le dio un plus a lo ya manifestado por aquellos cruzados con respecto a la objeción de conciencia, y que, sin duda fue una luz que se encendió en medio de la obscuridad con la que se vivió.
Ahora bien, mientras se manifestaban los primeros ideales de humanización, el hombre comenzó a expandir, de nueva cuenta, sus territorios por medio de la industrialización gracias al capitalismo y a la propia guerra. Alemania, ya en el siglo XX y después de la Primera Guerra Mundial quedó devastada por las cláusulas del fracasado Tratado de Versalles[4], más que por el arsenal utilizado por Francia o Inglaterra, en dicho documento se le quitaron territorios para proporcionárselos a un nuevo Estado naciente; Polonia, lo que provocó que por motivos de raza o autodeterminación fuera surgiendo un resentimiento hacia los países redactores del tratado en comento.
A estas alturas el resentimiento encuentra su punto cumbre y con ello aparece a escena la figura de Hitler, invocando la autodeterminación al reunir a aquellas etnias que se habían dispersado por consecuencia del Tratado en mención, se implementaría así el servicio militar obligatorio en todo el territorio alemán, creándose así un enorme ejército y con ello se comienzaría a orquestar una política de odio hacia los países aliados.
Pero no sólo Alemania toma al servicio militar obligatorio como método para encontrar materia prima que puedan enviar a la guerra, sino que también otras potencias comienzan a considerar esta figura y la incluyen dentro de sus legislaciones[5]. México, aunque no tiene una participación vital en dicho enfrentamiento, no fue la excepción e incluye al servicio militar obligatorio dentro de su Constitución Política en el año de 1940, y con ello se adhiere de cierta manera a las políticas de los países beligerantes europeos.
Así es como se comienza a deshumanizar, nuevamente, a la sociedad mundial, y con las bombas nucleares lanzadas desde los B-29 desde los cielos japoneses, al hombre no le quedaba otra salida que el vacío de ideales y deseos por sobrevivir y dejar de vivir[6]. Sin embargo, la SGM también ayudó a dar una nueva oportunidad al hombre de reparar el daño ocasionado por él mismo y poder solucionar de un modo razonable sus problemas. Con el fin del conflicto el ser humano retornó a sus orígenes naturalistas y el hombre descendió al "Pireo", como lo expresó Platón, para solucionar conflictos por medio de la razón y no por la fuerza.[7]
De esta manera nacieron instrumentos internacionales de protección a los Derechos Humanos. Entre ellos se gesta la Objeción de Conciencia en relación al servicio militar, llevándose dicha figura a las legislaciones de Estados que se vieron inmersos dentro de los conflictos bélicos del siglo XX; países como Alemania, Inglaterra, Holanda y España, entre otros, añadieron a las respectivas obligaciones castrenses de sus ciudadanos, la objeción de conciencia al servicio militar, y con ello se manejó una manera racional de promover la paz dentro de su respectivo territorio. De esta manera, se dejó de inculcar en la mentalidad de la juventud la fuerza, y se optó por el razonamiento.
La libertad de conciencia se encuentra dentro del artículo primero de la Declaración de los Derechos Humanos que a la letra dice:
[...] Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.[8] (sic.)
Del artículo anterior se desprende el sustento jurídico a la objeción de conciencia en relación al servicio militar. Por tanto, no sería una mala idea plantear la discusión dentro de nuestra legislatura, ya que ello derivaría en un debate tanto en el Congreso de la Unión como en foros y en las aulas de las facultades de Derecho para, con ello, poder darle certeza jurídica a una situación que se está dando en el plano internacional y de la que México no puede ser un simple espectador.
